Casi nueve millones de adultos en Estados Unidos recurren a píldoras
de prescripción para dormir, y la mayoría son mujeres, blancas no
hispanas, escolarizadas, de 50 años de edad o más, de acuerdo con el
primer estudio del gobierno en su tipo. Pero eso es sólo una parte
del panorama. Los expertos creen que millones más consumen terapias como
los medicamentos que se compran sin receta médica o el té de
manzanilla, o simplemente sufren las noches de insomnio. “No todos
están acudiendo a pedir un medicamento de prescripción”, dijo Russell
Rosenberg, investigador del sueño.
El estudio de los Centros para el Control y Previsión de
Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) se basó en entrevistas con
unos 17.000 adultos de 2005 a 2010. A los participantes incluso se les
pidió llevar cualquier medicamento que estuvieran tomando. En
general, 4% de los adultos dijeron que habían tomado una píldora de
prescripción para dormir o sedante en el mes previo.
El estudio no dice si el consumo de las píldoras está creciendo. Pero
un investigador de los CDC calcula que aumento de 3,3% en 2003-2006 a
4,3% en 2007-2010. Ello es similar a las investigaciones de mercado
en Estados Unidos, así como estudios en otros países, que indican un
crecimiento en el insomnio en décadas recientes.
“En general, los desórdenes del sueño son más frecuentes de lo que
solían ser”, dijo la doctora Ana Krieger, directora médica en el Centro
Weill Cornell de Medicina del Sueño en Nueva York.
Esto podría deberse a varios factores, dicen los expertos.
Algunos incluyen la apnea que está relacionada con la obesidad, el
surgimiento de las redes de socialización por internet y el uso de otras
distracciones electrónicas durante la noche, así como las
preocupaciones financieras de la reciente recesión.
Para los adultos, la cantidad recomendada de sueño es de siete a
ocho horas por noche. Un estudio anterior de los CDC sugería que al
menos una tercera parte de los adultos duerme menos que eso.
En otros datos, se calcula que casi 10% de los estadounidenses
padecen de insomnio crónico; las mujeres son más propensas a tomar
píldoras para dormir que los hombres: 5% contra 3%; y más blancos toman
medicamentos, casi 5%, comparado con 2,5% de los negros y 2% de los
hispanos.
fuente: el nacional
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